La playa, mi playa, tan larga, tan ancha y tan atlántica, arrastra hoy un velo de novia que le ha traído la marea y cuya blonda cubre por completo el arenal. Las olas son como géiseres de alta espuma al chocar contra el pico de Monteferro; la mañana pasa del gris plomo al azul más azul en unos minutos y un blanco trasatlántico navega hacia Lisboa por el camino del mar.
Está el sol veleidoso en un
voy, me mojo y vuelvo a esconderme detrás de las nubes. Y es que, cada vez que asoma, un chaparrón de agua helada lo deja pingando.
"
Peor para el sol", cantaría Sabina (aunque en otro contexto y por otros motivos) , y si el tiempo continúa así, tendrá que ponerse el chubasquero para levantarle la falda a la luna. Si es que la luna acude a su cita, con este temporal.
No hay gaviotas. Cuando las cosas se ponen difíciles, las gaviotas buscan refugio y no salen hasta que escampa. Entonces sí; entonces vuelan presurosas y caen en picado sobre los desechos que haya dejado la tormenta. Son pescadoras las gaviotas, y saben bien que a río revuelto...
Siempre es lo mismo. Nos parecemos todos, hombres y pájaros, a la hora de sacar provecho de cualquier naufragio, ya sean barcos, o caracolas o cangrejos o tristezas.
¿Veis? Vuelve a estar gris. La palmera intenta meterse por la ventana, y amenaza granizo el cielo.
Me he venido al otro lado de la casa. De espaldas al mar, escribo estas cosas que suenan a mar. Porque, aunque no se vea, el mar se oye siempre aquí, igual que uno oye siempre el sonido del corazón dentro del pecho. El tic-tac de la vida.
En realidad hoy pensaba escribir sobre otras cosas. Pensaba escribir sobre fascismo y sobre pornografía. O sobre la relación que existe entre ambas actitudes. Nunca se me habría ocurrido relacionarlas hasta que leí algo en el post de un amigo. ¡¡Magnífico post, magnífico amigo e increíble escritor!!!
Y es que la estampa de un fascista en pie ante la pantalla de un cine, saludando brazo en alto y llorando emocionado, supongo que con fondo musical de Wagner, al paso de unos tanques y desfile de soldados armados para pisotear la Libertad, para disparar contra la Primavera. Aquella emoción innoble, digo, me pareció no solo pornográfica. Me pareció incluso escatológica.
Este amigo, que lo es muy querido, ha suprimido la entrada de su blog. Y yo se lo agradezco porque era buena. Pero no tan buena para que mereciese ser escrita por quien está destinado a cosas mejores.
Chity Taboada Pardo.