27/4/09

PARA MIS HIJOS

Doblar en vuestras almas la Alegría,
La Bondad, la Paciencia, la Generosidad,
La Inteligencia abierta que pretende utopías,
El Amor al principio, y el Amor al final.
Que tengais por costumbre la Belleza.
Que ni loco ni ciego sea el Amor.
Que el Esfuerzo no emprenda vanas metas.
Que la Felicidad os meza el corazón.
Que cuando camineis la senda de la Vida,
En medio del cansancio os alcance el azul,
Y cuando se me apaguen los ojos algún día,
Más que todo dejaros, si acaso fueron mías,
La Claridad. La Luz.
16/Nov/2004

Silencios

Me gusta el silencio y lo necesito dentro de mis días para ensimismarme algún rato y ver como me va yendo la vida. O para mirar el mar. O para contemplar un árbol, que cada vez me parecen más bonitos los árboles. O para no pensar en nada, que dejar las neuronas en reposo es algunas veces, paradójicamente, un buen ejercicio.

No sé como se puede apreciar la vida si no la dejamos pasar en silencio para ver de que color es. ¿A qué suena la vida? ¿Qué compases, qué ritmos dictan su melodía? ¡Cómo descansar de vivir sin morirte, si no fuera por el silencio!

Pero hoy el silencio ha sido por el fracaso de la esperanza. Porque hicimos el esfuerzo de esperar por la vida de alguien a quien quisimos: que nuestra esperanza fuese capaz de sostener su fuerza y su aliento.

Y no lo conseguimos. Y estamos cansados. Y en silencio, para recordar.
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Chity.

16/4/09

Mariposas blancas


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El esfuerzo de nacer, el de morir, no nace del deseo. Ni nacer ni morir son actos libres o elegidos. Ni siquiera los suicidas eligen la muerte sino por un acto involuntario de tristeza extrema que hace que la vida se les vuelva insufrible. Tampoco, pese a lo que opinen algunos bienpensados, parece que seamos dueños de nuestro destino. Nos enamoramos inopinadamente de seres que casi nunca dan el tipo que considerábamos como ideal; enfermamos presas de virus que revolotean a nuestro alrededor y que nos atacan, bichos oportunistas al fin y al cabo, cuando nuestras defensas están bajas. Si la vida empezó en una bacteria, suele terminarse por una bacteria y faltan años de historia y de estudio de la biología y de la astrofísica para ser capaces de entender como funciona el cerebro, y por qué estamos en el universo.

Ricardo Piglia vió un día una mariposa blanca inmóvil sobre la nieve. Sin relieve ni contornos, no se dió cuenta de lo que veía hasta que recuperó esa imagen en un sueño. Entonces la mariposa se hizo real y Piglia pudo contarnos su belleza en uno de sus libros. Soñándola, hubiese podido hacerla volar y salvarla así del frío y de la muerte, pero el escritor no fue capaz de soñar la vida para la mariposa. Ni siquiera para eso fue libre si bien la fijó para siempre, quieta e inmaculada, entre las líneas de una novela.

Tal vez nosotros no seamos más que el sueño de otro que tampoco sabe porque nos sueña, que no puede salvarnos de la vida ni de la enfermedad ni de la muerte, pero que si somos lo bastante hermosos (y esto es subjetivo), nos recuerda durante un tiempo y nos hace protagonistas de una historia que ni siquiera dura la eternidad. Como la mariposa de Ricardo Piglia somos blancos sobre la nieve, y sólo por casualidad nuestro soñador nos hace algunas veces levantar el vuelo.

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8/4/09

Sobre la pérdida

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Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío.Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven. Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con su voz. Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos. Ilión fue, pero Ilión perdura en el hexámetro que la plañe. Israel fue cuando era una antigua nostalgia. Todo poema, con el tiempo, es una elegía. Nuestras son las mujeres que nos dejaron, ya no sujetos a la víspera, que es zozobra y a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos perdidos.
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* Jorge Luis Borges.
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Durante un tiempo quizá tenga este blog un poco abandonado, pero porque no lo sea de todo, escribiré algunas cosas que me gusten y que no me roben demasiado tiempo. Lo que antecede, es una cita al inicio de la biografía que de los Goytisolo escribió en 1999 Miguel Dalmau, libro editado por Anagrama. Como he vuelto a re-leerlo y ha vuelto a gustarme, aquí la dejo aunque al rescribirla me dí cuenta de que no era la más adecuada para este momento de mi vida tan poco optimista. Pese a ello héla aquí, ya sin remedio. Aunque sea solo por el empleo del verbo plañir, ya casi un arcaísmo en la literatura española de los últimos tiempos. ¡Que os guste!
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3/4/09




Si tú la luz te la has llevado toda,
¿Cómo voy a esperar nada del alba?
Claudio Rodríguez.