Alguna vez me quedaré en tu espejo,
con los ojos abiertos, como ahora,
mirando con asombro como fluye la vida.
Hoy es ya primavera por muchísimas veces.
Pero siempre me causa idéntica sorpresa
cuando siento que vuelve en los primeros brotes
de un rosal que florece,
de un árbol que se nieva,
de un olor que recuerdo y que huele a ser niña.
Yo quisiera dejarte, para cuando esté lejos,
todas las primaveras que un día fueron mías:
alegres, melancólicas, zurcidas de esperanza.
Todas las primaveras que yo guardé en tu espejo,
para que tengas siempre mi cariño
renaciendo a tu lado, una vez, otra vez.
Chity Taboada Pardo. (2006)
1 comentario:
de padre a madre, de poeta a poeta: me gustó.
saludos.
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