29/8/08

A la intemperie


A la intemperie. Porque así estamos todos frente a los caminos por los que nos llegan las cosas de la vida.
A la intemperie cuando nos alcanza el amor y cuando el amor nos abandona. A la intemperie cuando nacemos. A la intemperie cuando el Barquero nos hace señas de que debe partir a otras orillas llevándonos consigo. A mí nunca, ni la felicidad ni el dolor me encontraron bajo techo, y jamás los paraguas me resguardaron de la lluvia ni puse, entre el sol y yo, sombrillas de colores. Si acaso, me guarecí del futuro bajo algún árbol y a ambos nos encontró el futuro a la intemperie. Y vino a menudo cargado de tormenta. Pero los marineros aficionados e imprudentes como yo siempre salen a navegar a la intemperie sin anclas ni timones ni brújula cuerda. Solo las velas esperando al viento y si acaso, en los labios, una canción inventada con los recuerdos que quiero conservar.