La Cita
Te duchabas mil veces, te ponías
fijador en el pelo, y la esperabas
impaciente en la puerta del colegio.
Luego ibais a sentaros a aquel banco
del bulevar, o a casa de tus padres.
Pasó el tiempo. La magia de la cita
te llenó la cabeza de ilusiones.
"Estoy enamorado", comentabas,
orgulloso y feliz, a tus amigos.
(de Los mundos y los días: Album de Recortes)