2/4/10

Plaza Wenceslao

  

















     
   No sé que fue. Tal vez el olor de los tilos mojados de lluvia o la historia de un reloj barato que adelantaba o atrasaba a su antojo y, sin embargo, siempre marcaba la misma hora que el reloj astronómico del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga, la de las fachadas falsamente góticas tras de las que se elevan hacia el cielo las (esta vez sí) góticas torres de la Iglesia de Tyn. En Nuestra Señora de Tyn, para mi la más bonita iglesia de Praga, leí una vez que está enterrado Ticho Brahe, astrónomo y matemático danés que expulsado de su país, se estableció para siempre en Praga en el año 1557. Hans Christian Andersen le dedica en 1841 un texto emocionado en el que narra las visitas que sus compatriotas hacen a este sepulcro antes de acercarse a la Catedral para admirar el ataúd de plata que guarda el cuerpo de San Juan Nepomuceno.

      Es cierto, no sé que fue, pero de pronto me encontré recorriendo con la imaginación y el recuerdo, esa plaza de Wenceslao que parece una avenida en lugar de una plaza y en la que los checos se reúnen siempre que deciden escribir una página importante en la historia de Europa. Aquí, se proclamó la república, aquí, los tanques del ejército rojo entraron en 1945, y regresaron cuando en 1969 Juan Palanch se quemó muy cerca de la estatua de San Wenceslao, en lo alto de la plaza. El museo Nacional y el Rey Carlos IV,  vieron impasibles como el terror acababa con la primavera.

    Pero nadie ha sido capaz de acabar con la belleza de la ciudad de las torres, como se la suele llamar.
Por estas calles, entre la niebla, hay quien ha visto vagar a Kafka  como otro judío errante, o las sombras alucinadas de miles de almas en una nueva y mejor representación del teatro negro contra el cielo crepuscular de un tiempo ido.

    Yo tengo algunas veces la sensación de que, de todas las ciudades que me enamoraron, Praga es una a la que nunca volveré. Pero también tengo la seguridad de que jamás podré olvidarla.


                        Chity Taboada Pardo.

    

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